Israel, las elecciones de nunca acabar.

La coalición israelí, que había logrado alcanzar un gobierno tras cuatro elecciones en tres años, parece haberse roto. Israel ya se proclama como uno de los países occidentales con mayor ratio de elecciones en menor tiempo. Redactamos este artículo para introducir al lector a la política israelí, la cual tendrá nuevas elecciones (probablemente) el 25 de octubre. 

Knéset, parlamento israelí (DW).

Como hemos dicho, Israel se había visto abocada a un sinfín de elecciones que, por causa de empates técnicos entre dos bloques, no se convertían en gobiernos estables y duraderos. Las últimas elecciones parlamentarias se realizaron en 2021, año en el que hasta 13 partidos obtuvieron representación. Finalmente, fue Naftali Bennet quién logró ser primer ministro, pero para ello tuvo que conjugar una difícil coalición en la que entraron un total de 8 partidos y de ideologías dispares que abarcaban tanto la derecha nacionalista, el centrismo, el laborismo o incluso un partido de carácter árabe. 

Actual gobierno israelí (Israel21c).

¿Qué ha ocurrido para que esta coalición se rompa? Veámoslo.

1. FUGAS POR UN LADO.

En primer lugar, tenemos el partido Yamina, de carácter nacionalista y reacio a la entrada de los árabes. Idit Silman, diputada de este partido, abandonó el partido en abril y se trasladó a la bancada de la oposición, hecho tras el cual el gobierno quedó en prácticamente un empate técnico. Ya en junio, otro diputado del mismo partido dio un ultimátum, solicitando que el gobierno dejara de depender del partido árabe. 

2. FUGAS POR EL OTRO. 
No nos debemos olvidar de los parlamentarios árabes, del partido Ra´am, que decidieron congelar su apoyo a razón de los enfrentamientos que se vivieron entre palestinos y judíos en abril. Destaca el caso de Rinawie Zoabi, diputada que en mayo decidió abandonar la coalición de forma directa. Además del maltrato a los palestinos, también invocan la construcción de más viviendas en Cisjordania o el asesinato de la periodista Shireen Abu Akleh como detonantes de su decisión. Tras la salida de Zoabi, el gobierno israelí negoció con el partido árabe, por lo que consiguió que el resto se mantuviera del lado del gobierno (pero ya quedaban en desventaja frente a la oposición). Aun así, eran un apoyo no del todo claro al gobierno.

Mujeres sostienen imágenes de la reportera de Al Jazeera Shireen Abu Akleh (REUTERS).

3. UNA DURA OPOSICIÓN.

Likud, partido de la oposición con más escaños y liderado por Netanyahu, había propuesto la disolución del Parlamento. La posibilidad de la disolución, aunque en un primer momento pareció muy probable (teniendo en cuenta el goteo de fugas que ha tenido el gobierno), estaba relativamente despejada, pues el gobierno se había asegurado que los díscolos, aunque seguían sin estar a favor del gobierno, no votarían a favor de la disolución. 

Benjamín Netanyahu (MILENIO).

4. INCAPACIDAD PARA LEGISLAR.

Una coalición con tantos miembros y de tal distancia ideológica implica unas duras negociaciones y en que cada punto sea estudiado con detenimiento. El gran fracaso legislativo de la coalición ocurrió tras perder la votación para prorrogar los derechos civiles de los colonos en Cisjordania, punto candente en la coalición entre aquellos sionistas y los árabes.

¿QUÉ VA A OCURRIR?
A pesar de la seguridad de que el gobierno continuaría, Bennett ha decidido convocar al parlamento para que estos proclamen unas nuevas elecciones. De hecho, muchos analistas apuntan a que, si el gobierno ha resistido hasta estos días, no ha sido por su propia mano, sino por la incapacidad de Netanyahu de reunir los 61 votos necesarios para destituirles. 

Debemos estar atentos estos días, pues la convocatoria de elecciones puede verse interrumpida o alterada por alguna de estas dos razones:
  1. Algunos miembros del gobierno han propuesto una ley que no permita a procesados judicialmente presentarse a las elecciones, caso en el que Netanyahu no podría presentarse. 
  2. Netanyahu podría intentar reunir, antes de la disolución de la Knéset (asamblea parlamentaria israelí), a 61 diputados con el fin de desalojar al gobierno actual y paralizar el adelanto electoral. Como hemos comprobado, parece una opción muy poco probable, pues hasta ahora no ha tenido éxito.
Bennett ya ha asegurado que no se presentará a las siguientes elecciones. El panorama vuelve a ser tan complicado como hace unos años, pues todos los sondeos apuntan a un nuevo empate técnico entre el bloque de Netanyahu (que se reúne con ultranacionalistas y religiosos) contra el bloque de Lapid (de un carácter mucho más variado, incluyendo a los árabes). Netanyahu parece jugar a favor, pues es el líder más popular (un 51% de valoración frente a un 30% de Lapid) y se pronostica que seguirá siendo la fuerza más votada (su partido obtendría un cuarto de los escaños). 

BIBLIOGRAFÍA: 
  • https://www.efe.com/efe/espana/mundo/una-diputada-arabe-de-izquierda-abandona-la-coalicion-israeli-que-queda-en-minoria/10001-4809606 
  • https://www.elmundo.es/internacional/2022/06/20/62b09b76fdddffd64b8b458c.html
  • https://elpais.com/internacional/2022-06-22/el-parlamento-de-israel-pone-en-marcha-el-adelanto-de-las-elecciones.html
  • https://elpais.com/internacional/2022-06-21/el-gobierno-saliente-de-israel-trata-de-bloquear-el-retorno-de-netanyahu-al-poder.html
  • https://www.elconfidencial.com/mundo/2022-05-23/las-tres-muertes-de-shireen-abu-akleh_3428946/
  • https://twitter.com/descifraguerra/status/1538925877672779778
  • https://elpais.com/internacional/2022-05-29/alerta-en-jerusalen-ante-la-marcha-de-miles-de-radicales-israelies-por-el-barrio-arabe.html

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