Ciudadanos: ¿un verdadero renacer?

Ciudadanos consolidó la semana pasada su refundación como partido. Una fuerza política que llegó a reventar encuestas, hoy tiene los peores presagios. Mientras tanto, otros partidos como el PP ya se relamen pensando en todos los votos que van a recoger de esta fuerza centrista. El futuro pinta negro para la formación naranja, pero esta se niega a tirar la toalla. Pretenden resurgir de sus cenizas, por lo que debemos estudiar las claves a corto y largo plazo. 

Como decíamos, el pasado jueves se presentaron hasta tres listas distintas para gobernar a este “nuevo” partido. La primera de ellas estaba liderada por Patricia Guasp, hasta ahora una política balear prácticamente desconocida, pero que contaba con el apoyo de Inés Arrimadas, quien aparecía en el último puesto de la lista de forma simbólica. El principal rival de Guasp era el propio Edmundo Bal, quien representaba un retorno a la filosofía centrista y bisagra que, según Bal, les permitía ser los que decidieran gobiernos a través de pactos y moderación, alejando así a las fuerzas extremistas. 

Patricia Guasp, la nueva líder de C,s (Diario de Mallorca).

Finalmente, la lista de Guasp fue la vencedora con un 53,25% de los votos frente al 39,34% de Edmundo. Mientras tanto, Arrimadas se despedía como líder y del núcleo duro, aunque tendrá un puesto ordinario dentro de la cúpula del nuevo Ciudadanos. De hecho, esta era la principal crítica de Bal a la lista rival, pues les tachaba de “continuistas”, siendo todo una presunta pantomima que no iba a dar un verdadero giro al partido naranja. 

Sin embargo, con el conteo de votos finalizado y las espadas de nuevo en sus vainas, toca comprobar qué va a cambiar en este nuevo Ciudadanos. Desde el partido tienen claro que el pronóstico no es para nada bueno, por lo que desde el primer momento asumieron que había muchos aspectos a cambiar. De hecho, la primera novedad la encontramos en su logo, al cual han añadido ese color verde oscuro que recuerda a UCD, la formación centrista de Adolfo Suárez. También aparece una especie de sol que, además de emular la C de Ciudadanos, podría dar la idea de un nuevo “amanecer”. 

El nuevo logo de Ciudadanos (La Sexta).

Debemos tener en cuenta que la pretensión del partido era disfrutar de un proceso de refundación unidos, pues mostrar cierta fragmentación podía deteriorar todavía más la imagen del partido. Edmundo Bal e Inés Arrimadas han gozado de una amistad y lealtad para nada desdeñables, pero las cosas comenzaron a torcerse. En el 2021, Bal aceptó concurrir como cabeza de lista para las elecciones autonómicas de Madrid, un acto entendido prácticamente como un suicidio político teniendo en cuenta el pronóstico de las encuestas, pero necesario para “mantener el tipo” como partido. A Bal no le importó sacrificarse por su líder y su partido, pero comprobó que la campaña electoral fue un horror. Algo estaba funcionando mal en el partido y todo apuntaba a Arrimadas. Además, dentro del Congreso también se han multiplicado las pugnas y diferencias tras votaciones como la de la Ley del “sólo sí es sí”, por ejemplo. Los dos representantes del partido comenzaron a mostrar sus diferencias sobre cómo dirigir el partido, achacando Bal a Arrimadas que su estrategia estaba enterrando todavía más al partido cuando se supone que, tras la marcha de Albert Rivera, ella debía constituir un revulsivo. 

Finalmente, Bal rompió con cualquier idea de consenso tras presentar su lista, la cual iba a enfrentarse a la que Guasp representaba. Sus pretensiones eran claras: la lista contrincante era una mera ilusión de cambio y, en realidad, era puro continuismo con Arrimadas por detrás moviendo los hilos. Tras varios choques de gravísimo calado e incluso la entrada de un tercer candidato, la lista de Guasp venció.

¿Seguirá la guerra interna?

Las votaciones han terminado y es clara la victoria de Guasp (y Arrimadas) sobre Bal, pero esta idea podría no transmitirse al Congreso de los Diputados, la ventana mediática más efectiva de los partidos políticos. Debemos tener en cuenta que casi todos los diputados de Ciudadanos (todos menos uno) se sumaron a la lista de Bal frente a la que Inés Arrimadas defendía. La realidad parlamentaria no refleja la militante, hecho que podría alargar más de lo esperado la guerra interna.

La idea de Gasp es mantener a Arrimadas como líder del grupo parlamentario, pero Bal también posee el importante puesto de portavoz adjunto. Bal podría ser una piedra en el zapato, pero arrebatarle el puesto también podría abrir la puerta a que este organizará una rebelión dentro del Congreso, afeando rotundamente la imagen de un partido que dice reaparecer. Guasp parece haber encomendado a su segundo de abordo, Adrián Vázquez, el nuevo secretario y eurodiputado, la difícil misión de pacificar y lograr una imagen de cierta unión dentro del partido. 

De todas formas, el puesto de portavoz adjunto parece que seguirá siendo de Bal, pues Guasp cree poder seguir controlando al que hasta ahora ha sido su rival en las elecciones. Recordemos que Arrimadas, totalmente fiel e incluso creadora de esta lista, seguirá siendo la líder en el Congreso, por lo que podrá controlar a su segundo de a bordo. Distinto es el puesto de portavoz nacional, el cual también poseía Bal hasta ahora. Este, de mayor calado, es probable que pase a Guillermo Díaz, el único congresista que apoyó la lista de Guasp y no la de Edmundo. En definitiva, el Congreso puese ser la última piedra que caiga sobre Ciudadanos si la nueva líder no consigue dar cierta unión y consenso. 

¿Continuismo?

Como ya hemos destacado, la lista de Guasp estaba "engalanada" con el nombre de Inés Arrimadas al final del todo. Era claro el apoyo de la presidenta saliente a la nueva líder, por lo que la candidatura ha sido tachada de oficialista. Si bien es cierto que esta mantendrá su liderazgo en el Congreso, la propia Guasp asegura que será "una vocal más", por lo que podrá opinar y debatir, pero no estará entre el núcleo que tome las decisiones. 

Edmundo Bal (El País).

Bal se diferenció de Guasp durante el proceso de votación por mostrar un Ciudadanos más centrista e incluso socialdemócrata en alguno de sus planteamientos. Bal defendía un retorno al centro y abrir el partido a votos tanto con el PP con el PSOE, tachando de errores actuaciones pasadas, como cuando se tuvo la oportunidad de pactar con el Partido Socialista. Guasp, sin embargo, no muestra una cara tan distinta. Ella misma ha defendido el partido como la moderación y la vía del PP y PSOE para no tener que pactar con los partidos extremistas. Sin embargo, Ciudadanos parece condenado al ostracismo político, teniendo tan pocos (o ninguno) escaños que resultan irrelevantes para poder formar coaliciones. Habrá que ver qué más muestra el partido. 

Por el otro lado, debemos remarcar que esta lista ganadora se ha proclamado con menos del 55% de los votos. De hecho, de los más de 7.000 afiliados de Ciudadanos que estaban llamados a votar por su lista favorita, sólo la mitad ha acudido a las urnas. La guerra interna no era sólo entre las élites, pues también dentro de los militantes existe desidia primero e incluso diversidad de opiniones por el otro. Guasp se proclama líder de una formación muy dividida y en horas bajas, a lo que ha de sumar que Bal ya se ha declarado como el portavoz de ese Ciudadanos no representado, que suma más del 40% y que cree que debía haber muchísimo más cambio del que Guasp representa. 

Fugas: el PP acecha.

Una de las mayores preocupaciones en el partido es ese constante goteo que se viene dando entre algunos cargos y, principalmente, hacia el Partido Popular. Con unas encuestas tan poco prometedoras, son muchos los que ven en el partido azul su última esperanza. De hecho, el propio Feijóo ha vigilado de cerca este proceso de refundación, pues podría acercarse el momento de ofrecer una fusión entre los dos partidos. Por el otro lado, Ciudadanos sabe que encima de sus cabezas tienen un reloj de arena a punto de colmarse. Si no actúan rápido, el pronóstico es que cada día el partido vaya perdiendo fuerza y cargos, por lo que van perdiendo capacidad de negociación para una posible fusión con el PP. 

De hecho, estas últimas semanas hemos comprobado cómo Feijóo ha dado inicio a una campaña de fichajes moderados con el fin de derrotar a Pedro Sánchez en las próximas elecciones. Ya se han empezado a destacar nombres que anteriormente habían aparecido en las listas que Soraya Sáenz de Santamaría presentó frente a Pablo Casado en las primarias que finalmente venció este último. Soraya destacó por un papel mucho más centrado, frente a algunas de las últimas estrategias de Casado para atraer el voto perdido en VOX. No sólo antiguos miemtros del círculo de Soraya, pues hasta gestores de la línea de Mariano Rajoy son mencionados por los pasillos. En definitiva, el PP pelea por el centro, dejando incluso menos hueco a Ciudadanos para moverse.

Además del retorno al gestor moderado del PP, Feijóo también busca en miembros de Ciudadanos una doble ventaja. Por un lado, conseguirá culminar la recogida de votos entre los antiguos simpatizantes de Ciudadanos, que verán como los populares agrupan a antiguas caras conocidas de su formación. Por el otro, este viraje hacia el centro podrá parecer atractivo al sector más moderado del PSOE, que probablemente todavía recuerde las últimas medidas en materia de sedición y malversación que su partido ha pactado con los independentistas. 

De momento, la nueva cúpula ha declarado que las citas autonómicas y municipales se llevarán de forma separada sin pactar nada de antemano con el Partido Popular. La nueva líder ya apuntó hace unos días que los candidatos territoriales iban a tener gran autonomía para realizar pactos postelectorales. 

¿Elecciones generales?

Guasp se ha proclamado líder de Ciudadanos, pero esto no implica que vaya a ser la candidata para las elecciones generales. Primero, habrá de pasar por unas primarias en julio, pero debemos tener en cuenta que ya es la candidata a las elecciones autonómicas en Baleares. De hecho, más de un analista apunta a Arrimadas y a un posible retorno pasados menos de 12 meses, pues hasta ahora no ha negado que puede volver en julio para concurrir como número uno al Congreso. Debemos tener en cuenta que Arrimadas nunca se ha presentado como cabeza de lista para las elecciones generales, pues Albert Rivera no dimitió hasta contados los apenas 10 escaños que obtuvo allá por 2019. 

Un tercer nombre se suma a la carrera por la candidatura general: Edmundo Bal. El perdedor de la noche y el gran opositor no descarta escribir su nombre para los comicios de julio, pues sigue destacando que la gran división en el partido y sus horribles pronósticos no van a poder ser resueltos por una candidata y una lista puramente continuista. De todas formas, el primer objetivo de la formación son las elecciones autonómicas y municipales, de las que todo depende y que, de una forma u otra, pueden cambiar hasta el mínimo plan del partido. 

BIBLIOFRAFÍA.

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• Martínez, V. (2023b, enero 13). Patricia Guasp: “El lunes debatiremos si Edmundo Bal sigue como portavoz de Cs en el Congreso”. El País. https://elpais.com/espana/2023-01-13/patricia-guasp-el-lunes-debatiremos-si-edmundo-bal-sigue-como-portavoz-de-cs-en-el-congreso.html 
• Martínez, V. (2023c, enero 14). Arrimadas se despide como presidenta de Ciudadanos: “Los errores tienen que ser asumidos en primera persona y así lo hago yo”. El País. https://elpais.com/espana/2023-01-14/arrimadas-se-despide-como-presidenta-de-ciudadanos-los-errores-tienen-que-ser-asumidos-en-primera-persona-y-asi-lo-hago-yo.html 
• Martínez, V. (2023d, enero 15). Patricia Guasp, nueva líder de Ciudadanos: “Estamos en un momento difícil, pero nuestros principios ni se venden ni se compran”. El País. https://elpais.com/espana/2023-01-15/patricia-guasp-nueva-lider-de-ciudadanos-estamos-en-un-momento-dificil-pero-nuestros-principios-ni-se-venden-ni-se-compran.html