España - Marruecos: Hora del té.
Hay relaciones entre Estados que son, cuanto menos, complicadas y sin duda la que sostienen España y Marruecos entra dentro de esta categoría. Hoy, en El Tablero, con la excusa de la cumbre entre ambos países que tendrá lugar en Rabat los días 1 y 2 de febrero, vamos a contextualizar la relación bilateral que mantienen estos dos países, así como las causas que nos han llevado a este momento.
Ante todo, esta relación está
caracterizada por ser realmente compleja y acaba siendo determinada por factores como el Sahara, Ceuta y Melilla o Argelia. Todos ellos los explicaremos detalladamente a lo largo del escrito, pero antes vamos a ver por qué se reúnen ambos países ahora.
RAN: Reunión de Alto Nivel
Es la primera vez desde el año 2015 que tiene lugar una cita así entre los dos países. Previamente, sabemos que en 2020 y 2021 Marruecos evitó una cita de este nivel, por lo que los acercamientos vienen principalmente desde el lado español. En cualquiera de los casos, el hecho es que finalmente ambos países sí están celebrando esta reunión. Es destacable añadir que a Rabat acudirá una buena parte del ejecutivo, con hasta doce ministros, aunque ninguno de ellos de Unidas Podemos, una decisión bastante significativa. El por qué de la Reunión viene motivado por distintos puntos, pero podemos decir que nace en 2021, cuando España acogió a un líder del Frente Polisario. Este hecho deterioró las relaciones con el país marroquí, sin embargo, otro evento equilibró la balanza: el apoyo español a la propuesta de Marruecos sobre el Sahara Occidental. Fue en este momento, con la ratificación de Pedro Sánchez de la declaración conjunta sobre dicho tema, que se puso sobre la mesa el llevar a cabo una RAN.
Lo cierto es que, al margen de la relación diplomática, ambos países necesitaban de una reunión así también en un plano económico. ¿El motivo? España se ha convertido hace unos años en el socio comercial más importante para Marruecos, relegando a Francia a un segundo lugar. Junto a Pedro Sánchez y los 12 Ministros mencionados, viajarán a Rabat más de 80 directivos de las diferentes empresas españolas que tienen actividad en Marruecos. Sin embargo, ha saltado una sorpresa en este foro empresarial, pues Antonio Garamendi (Pdte. de la CEOE) finalmente no ha asistido, lo que en parte pone en relieve el frágil momento que están pasando las relaciones Gobierno - Patronal, aunque eso da para otro artículo. Por desgracia para Sánchez, este no ha sido el único desplante que ha recibido hoy, pues el socialista esperaba reunirse de forma presencial con Mohamed VI, pero el monarca ha derivado la reunión para una fecha futura y lo de hoy ha pasado a una mera llamada telefónica. Este hecho, sumado a las otras dos negativas marroquís para llevar a cabo una RAN en 2020 o 2021 explican por qué expertos como la profesora de Relaciones Internacionales Irene Fernández, tachan la relación bilateral de asimétrica. Resulta claro que los intentos españoles por cooperar son más intensos y constantes que los marroquís, aunque también es cierto que desde el cambio de postura del ejecutivo sobre el Sahara, los acercamientos han sido algo más recíprocos. Debido a esto último, los Ministros españoles tienen previsto reunirse con sus homólogos marroquíes para firmar unos 80 acuerdos en distintas materias, aunque insistimos en que los esfuerzos se centran principalmente en el plano económico.
Por otra parte, fijarse meramente en los intereses económicos de la RAN sería quedarse corto de miras. Uno de los puntos vitales de la reunión también está en evitar futuras crisis, y tratar de que no tengan que transcurrir otros 8 años para ver a ambos países unidos en una mesa de negociación. Exploremos ahora los puntos en torno a los cuales han girado las anteriores crisis.
Ceuta y Melilla.
Las dos provincias autónomas españolas son pretendidas por Marruecos, y no tienen reparo en reconocerlo. Aunque en el seno del poder marroquí también parece haber algún tipo de discordancia, pues, mientras que en la ONU Marruecos aseguró que no existían fronteras terrestres entre ambos países (y por tanto, niegan que Ceuta y Melilla sean territorio español), en una carta un alto cargo del Ministerio Exterior marroquí reconocía la existencia de estas fronteras. No hay muchas cosas claras en cuanto a este tema, salvo la postura española, pues Sánchez afirma que "Ceuta y Melilla son España, y punto".
Por tanto, lo que se puede esperar en este sentido es que el ejecutivo español centre sus esfuerzos en desviar la atención de los marroquíes hacia otros temas, porque parece claro que la falta de consenso en cuanto a las dos provincias españolas es incurable.
Sahara, el fin de la neutralidad
El cambio de postura con respecto al Sahara Occidental ha causado el tercer disenso en la historia de la democracia española tras la entrada en la OTAN y en la Guerra de Irak. Las críticas han sido incesantes, y en muchos casos están bien fundamentadas. Pero desde el Gobierno no parecen atender mucho a ellas, porque bajo su visión este ha sido "el precio a pagar" para rebajar la tensión tras la crisis del ya mencionado Frente Polisario y la posterior crisis migratoria que derivó de esta. A su vez, el cambio de paradigma en este punto nos lleva al tercer tema.
Argelia, la otra cara de la moneda.
Si te llevas bien con Marruecos, Argelia se aleja. Y si intentas acercarte a los argelinos, Marruecos te deja plantado. Sin dudas, la geopolítica y la diplomacia llegan a puntos realmente complejos cuando se trata de analizar el triángulo que forman estos dos países y España. El fin de la neutralidad de los socialistas sobre el Sahara logró un acercamiento con Marruecos, a costa de dañar gravemente las relaciones con Argelia, quienes han reducido enormemente los envíos de gas a España. El futuro en cuanto a este país y su relación con España es incierto, pero depende en gran medida de la postura que tome Marruecos.
¿Y si cambia el Gobierno?
Es necesario tener en cuenta el año electoral al que nos enfrentamos, pues hay temas en los que podría cambiar mucho la agenda exterior de España en el caso de que, por ejemplo, el PP liderado por Núñez-Feijóo, llegue al poder. Por ejemplo, en cuanto a Ceuta y Melilla no existe posibilidad de cambio, en esto coinciden tanto socialistas como populares y es que la soberanía española en estos territorios es innegociable para ambos. En cambio, si hablamos de cercanía a Marruecos, lo más probable es que el Partido Popular no fomentase en demasía las relaciones con los países del norte de África y se centrasen en reducir los flujos migratorios. La inmigración está siempre en la agenda de España cuando posa la mirada en países como Marruecos o Argelia, pues cuando la cordialidad impera (sobre todo con Marruecos) la inmigración irregular disminuye. Aquí sí podríamos ver un cambio real de paradigma, pues si bien es cierto que tanto PP como PSOE se preocupan por este problema, ideológicamente lo afrontan desde perspectivas muy distintas.
Para estar al corriente de las relaciones con Marruecos así como el período electoral español, El Tablero continuará informándoos sobre estos y otros fenómenos del panorama político ¡Muchas gracias!
BIBLIOGRAFÍA
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